domingo, 11 de abril de 2010

Llanto


La verdad, ahora mismo no tengo ganas de nada. Tan sólo una cosa podría hacerme sentir plena: abandonarme al llanto. Dejar fluir las lágrimas libremente. Ha pasado ya casi medio año. No lo había notado, hasta el otro día, que me vi de nuevo en ese lugar. He pasado cientos de veces desde entonces. Pero, por algún motivo, lo sentí ahora. Quizás como una especie de aniversario. No lo sé. Ese escalofrío, me hizo recordar que no había derramado una sola lágrima. Ni una sola. Me di cuenta, de que durante estos seis meses, habían estado tratando de fluir, aunque no lo lograron. Quizá yo se lo impedí. Quizá no eran reales, pero eso es difícil de creer. He necesitado estar a solas, poder derrumbarme, y luego engancharme de nuevo. Por desgracia, me he saltado los dos primeros pasos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario