Atención: esto puede no ser del agrado de algunos lectores, en cuyo caso pido amablemente que, simplemente, obvien la entrada. (Y no, por si las dudas: no cobro por hacer publicidad ni pretendo hacerla).
El caso es que yo tampoco tenía claro ni para qué lo quería, y el único por qué que se me ocurría era el "porque sí". Simplemente era algo desconocido que gozaba de una buena reputación, y yo no me lo quería perder.
Pasaron los años, y a base de insistir y de una conjunción de estrellas rojas como la sangrede un cúmulo de circunstancias lógicas, pero no por ello poco afortunadas, llegó a mis manos el primer aparato que he logrado de esa empresa.
De eso hace apenas un año. Hay gente pregunta que por qué, y muchos que se quejan simplemente por la marca. Yo no adquirí el último modelo, sino el más económico que había en la tienda por ese entonces y, de hecho, el último que les quedaba. Sin embargo, veo que mi empeño salió bien, y cada día lo tengo más claro.
Tienen un servicio técnico genial, que no me ha fallado las pocas veces que lo he necesitado, ya fuera online, por teléfono o en cualquier tienda. Además, los productos no dan problemas, y, en cualquier caso, el problema que se genera para el usuario es mínimo: apenas apretando un par de botones y esperando unos minutos (en el peor de los casos), todo se soluciona solo.
Es posible que yo haya tenido suerte, y no me hayan tocado problemas graves. Es posible que quisiese tanto tener un aparato de estos que sólo tenga disposición para ver el lado bueno y para ocultar el lado negativo, es posible. Yo sólo sé que ha sido una elección, al menos por el momento, acertada.
Ahora bien: ¿a qué viene este lío ahora? Viene a que mi hermana me ha venido por la calle de la amargura porque su teléfono no respondía a nada: ni a los botones, ni al tacto, ni al ordenador, ni a la corriente; a nada. Con tranquilidad, he ido a la página de soporte de la casa, he introducido en la búsqueda las palabras claves "no responde" y el primer resultado ha resuelto el problema. En apenas el minuto que se tarda en buscar algo en internet y leer el resultado (que estaba bien organizado, todo sea dicho), ha revivido el teléfono. El sólo, y ni si quiera se ha quejado. No ha dicho ni "esta boca es mía".
Luego miro el móvil que tenía anteriormente, de una casa distinta, pero un modelo con mucha fama: se traba cada tanto, la única forma de hacer que funcione de nuevo es abrirlo en canal para sacarle la batería. En la página oficial de dicha casa no aparece ninguna solución al problema, pero ponen otros problemas como normales. Y es ahí cuando me doy cuenta de que, por muy poco que a algunos les guste, estoy bien con mis cachivaches "pijos".
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