miércoles, 2 de diciembre de 2009
En algún momento.
Por algún extraño motivo, en algún momento de mi vida decidí que ésta me pertenecía. Decidí que era completamente mía, al igual que todo su tiempo. Y me dió por ahí, y lo acepté como una verdad. Porque, al fin y al cabo, si mi vida y mi tiempo no son míos, ¿de quién son? Pues por lo visto, algún fallo había en esa teoría. En algún momento, no sé si en el mismo o en uno distinto, decidí que mientras yo estuviese a mi cargo, sería más importante para mí misma que cualquier otra persona. Una teoría igualmente errónea. Y digo yo: si mi vida y mi tiempo no son míos, y siendo única responsable de mí misma no puedo ser más importante para mí de lo que lo son otras personas, hay algo que falla, ¿no?
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cosas
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