sábado, 26 de septiembre de 2009

Sr. Juez



Exhaló un suspiro de cansancio y se recostó sobre la enorme y lujosa silla de su despacho con estrépito. Sabía que había errado, al igual que tantos otros antes. Lo había estado evitando a toda costa, pero cayó igualmente. De repente, una ideá asaltó su mente. Recordó algo que había escrito años atrás, en sus tiempos de juventud. Decidió buscarlo. Si quería empezar de nuevo, sería de gran ayuda. Sin duda, el empujón que hacía falta. Intentó recordar dónde lo había puesto. Suponía que no muy lejos, pues nunca descuidaba sus cosas íntimas. Se levantó lentamente y empezó a buscar. Estaba escrito en una libreta, aunque, en el peor de los casos, siempre podría recurrir a su ordenador. La desesperación empezaba a correr por sus venas. Conocía perfectamente las palabras que estaba buscando, pero sin su contexto no eran útiles. Respiró hondo y decidió buscar en orden para no dejarse nada atrás. Quería ver lo que acompañaba a aquellas palabras. Unas simples palabras que serían su salvación..."Por favor, perdonadme".

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