La chiquilla caminaba mirando hacia el suelo. Llevaba las manos en los bolsillos, según ella para tenerlas calentitas. No le gustaba ir así, pero lo hacía. La gente siempre se quejaba de que iba encorvada y de que parecía desganada. Bueno, al fin y al cabo, eso era mejor que mirarles. Al menos eso pensaba. Nunca le había gustado su propia mirada. La gente siempre reaccionaba mal ante ella. Decían que era frívola, atravesada. Incluso a sus compañeros y amigos les daba miedo. Hasta muchos adultos se habían amedrentado...Ella siempre había tenido entendido que la cara era el espejo del alma. Bien. Si la gente sentía pánico al mirarla a la cara, ¿por qué no podía entender que esa mirada era un trocito de su propia alma aterrada?
Arrastraba esa forma de mirar desde pequeña, así que algo horrible le tenía que haber ocurrido entonces para hacerla de esa manera...![]()
lunes, 29 de junio de 2009
Motivo
Etiquetas:
Tales
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